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Saint Mary​​​-​​​le​​​-​​​Bow

from AMBULANS LONDINENSIS by Miguel Alonso

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about

Es un buen ejercicio, siempre que uno tenga tiempo y ganas, darse un paseo por lo que guías y mapas de la ciudad describen como "centro histórico". La vida basada en el cemento o en la piedra, de forma análoga a la basada en el carbono, también parece estar sometida a las inclemencias de la edad. De esta manera, es particular llevar a cabo el contraste que supone practicar estas "zonas históricas" con el resto de la ciudad1. Es particular en cuanto las relaciones que las dinámicas urbanas construyen entre estos "centros históricos" y el resto de la ciudad es, en cierto modo, una de las líneas narrativas que relata la vida y el funcionamiento de la propia urbe como si de un símbolo paterno-filial se tratase, en donde el celo proyectado sobre el “centro histórico” vendría a ser una metáfora del respeto y la consideración por el pasado, el patrimonio y la memoria. En cualquier caso, y más allá de la reflexión etnourbanística, el "centro histórico" vendría a ser lo que alguien calificó en algún momento como "la madre de la ciudad:" el espacio que asistió al génesis de la ciudad, el conjunto de espacios que ha asistido al desarrollo de la ciudad, a todos sus cambios y permutaciones. Parece existir la idea de que ese espacio originario irradia a sus gentes de forma que se vuelven más cercanos o similares a lo originario, a esa perversa noción que es la "autenticidad", que nos vuelve críticos hasta con nuestra historia personal.

De este modo podemos comprobar en los casos de las ciudades de la Europa del sur mediterránea, cómo esta narratividad se presenta en términos de la conservación, lucimiento, exposición y capitalización de un pasado. Pero no un pasado cualquiera. Un pasado basado también en el cemento, acaso en granito, caliza u otros materiales usados históricamente para construir. Un pasado, asimismo, también construido no sólo en cuanto edificado sino en cuanto escrito por una sucesión de clases sociales hegemónicas. Es el caso de ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza o muchas otras de la cuenca mediterráneaespañola, francesa o italiana. El caso que nos ocupa es si no diametralmente opuesto si bien diferente, sin duda todo lo diferente que puede ser un fenómeno común a la especie humana.

Por lo que he podido averiguar Londres es una ciudad que surge de dos centros: lo que actualmente se conoce como el "city centre" y Westmister. Es el diálogo entre ambos centros lo que genera una transformación hacia el espacio urbano contemporáneo y lo que, en su momento, orquesta la aparición de estas narratividades de las que hablo, estos discursos generales de acción e interacción en la ciudad. Las inclemencias geopolíticas, lo que, parafraseando a Levi-Strauss podríamos llamar los imponderables de la interacción política internacional, fuerzan una reinvención de la ciudad. Reinvención que es posterior a una reconstrucción. Y, como sabemos, para reconstruir es preciso primero destruir. Eventos como el gran incendio de 1666 o los bombardeos que acabaron con al vida de cerca de 30.000 londinenses, generan en su momento políticas de recuperación del tejido arquitectónico y urbanístico de la ciudad. Políticas que, dado el impacto de los procesos de destrucción, parecen incrustarse de tal manera en los imaginarios y representaciones que los ciudadanos poseen y practican, acaban por extenderse en el tiempo y perpetuarse siendo asumidos por estas dinámicas urbanas, por estas narratividades propias a la ciudad. Como si de una película o de una serie de películas hablásemos, uno de los argumentos de Londres es la reconstrucción.

Esta narratividad de la que hablo toma forma en mi tema favorito, el que motiva estas líneas y de donde surge la idea de este proyecto: la fenomenología sociofónica de la ciudad. Lo sonoro en la especie humana parece funcionar, de entre muchas otras maneras, de modo similar a la argamasa de los edificios o al score de una película: une las situaciones, da continuidad a lo que ocurre en los espacios y puede proporcionarnos una guía muy útil a la hora de saber dónde nos hallamos. Es sencillo poner a prueba esta hipótesis en los "centros históricos". La regla puede parecer simple pero esconde una complejidad mayor a medida que nos sumergimos en las muchas y muy diversas capas que supone lo sonoro en la ciudad y a medida que identificamos las muchas y muy diversas capas que se encabalgan para formar un “centro histórico”.

Si contrastamos los ambientes urbanos de la ciudad, de cualquier ciudad, nos encontraremos que es posible taxonomizarlos, entre otras muchas cosas, en base a las fuentes sonoras (es decir, a lo previo a lo sonoro, a las actividades, acontecimientos, sucesos, etc. que generan las formas sonoras que, más adelante, seremos capaces de escuchar) o a los efectos sonoros2 que albergan. Sin embargo, hay una categoría que es todavía más entretenida y que tiene que ver con las dos anteriores, que relaciona a las dos anteriores con todas las que se nospuedan ocurrir. Se trata de las dinámicas sociofónicas. No es un concepto sencillo éste, ya que pone en comunicación las fuentes que generan la energía sonora o acústica con los espacios en donde se desarrollan, con las variaciones que, a lo largo del día, de la semana, del mes, de la estación, del año, etc., posee y practica la vida en la ciudad. En este sentido, los ambientes sonoros de estos "centros históricos" poseen habitualmente una especial relevancia en relación al resto de ambientes que componen el entorno sonoro de la ciudad. Puede ocurrir que los ambientes de los "centros históricos" sean convergentes o bien divergentes respecto a sus análogos en el resto del tejido urbano, caso que existan espacio análogos3.

El caso del "centro histórico" de Londres es, de nuevo, de una gran particularidad. Sus ambientes sonoros4 son, en general, y salvando algún que otro rincón ya sea dispuesto para su consumo turístico, ya sea conocido por los sibaritas de la deriva urbana, lo que cualquier urbanita contemporáneo llamaría propiamente urbanos.

Prestemos atención a la grabación que presento. Fue realizada en marzo de 2012, aproximadamente a las 11 de la mañana en la Plaza de Saint Mary-Le-Bow, justo enfrente al campanario que le da nombre, y que, dicho sea de paso, es uno de los sonidos más emblemáticos de la ciudad. Observamos varias capas sonoras. En una más lejana podemos escuchar un discreto rumor de tráfico (discreto en cuanto continuo, cuya detección y percepción acaba por experimentar un efecto borrado) únicamente salpicado por vehículos particulares, como motos de gran cilindrada o viejos autobuses de dos pisos (actualmente en desuso y, paradójicamente, también en proceso de renovación. En una segunda capa, más próxima a la oreja del oyente ambiental, las dinámicas microsociales hace su aparición: las propias de la vida del espacio en donde nos hallamos: pasos, conversaciones, cuberterías de terraza, el trajín de la carga y la descarga, una tos suelta, tacones de mujer o la combustión y expectoraciones de algún fumador de largo recorrido. Nada que no pueda darse y que de hecho no se de en otros espacios. Nada que añadir a las cacofonías de la ciudad posindustrial tardocapitalista.

Existe, sin embargo, un elemento discordante, que son las campanas. ¿Quién podría imaginarse el sonido de las campanas en semejante espacio anómico? Tampoco desentonan hasta el punto de generar extrañeza pues, como hemos dicho, la extensión de lo urbano posindustrial fuerza una permeabilidad extrema en los ambientes sonoros que construye. Es el sonido del pasado que resiste, es una dinámica resistente frente a una miríada de dinámicas emergentes. Claro que todo depende del alcance de nuestros sentidos, de nuestra perspectiva. Si escuchamos desde la inmediatez no nos será posible establecer las discriminaciones que acabamos de presentar. Es la escucha consciente, crítica y conocedora de lo que rodea al ambiente, de lo para-ambiental en sentido de su génesis, lo que nos aporta las claves para una lectura simbólica.

credits

from AMBULANS LONDINENSIS, track released August 18, 2013
Miguel Alonso / LEA ediciones
leaediciones.net
(CC BY-NC-SA 3.0) 2013
[lea009]

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La Escucha Atenta is a publishing label based in Gijón (Spain) founded by Juanjo Palacios in 2011. Its editions focus on field recording-based works.
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